El grupo de Palma queremos expresar nuestras experiencias y sensaciones vividas esta Semana Santa en el Camino de Santiago.
Destacamos el Compañerismo que se ha creado en el grupo a pesar de ser muy diverso (a nivel de edad, lugar de origen, rol en la familia Oblata…) pero esto no ha impedido que haya habido muy buena conexión entre tod@s.
Esta experiencia nos ha hecho sentir que formamos parte de un grupo y que tod@s tenemos algo en común como familia Oblata. Además este encuentro ha reforzado el grupo de voluntariado de Palma, para conocerse más entre sí.
La simbología que se ha utilizado en las celebraciones nos ha hecho vivir la Semana Santa de una forma más profunda, donde ha cabido: la oración, la reflexión y la implicación personal, sin echar en falta las tradicionales celebraciones. El Camino ha sido un símbolo más de sufrimiento, de sacrificio, de esfuerzo…al igual que la Pasión de Cristo.
El Camino como la senda donde l@s compañer@s han sido como nuestras lianas y agarraderas ante la dureza y aún así a pesar del cansancio hemos tenido y ha habido una sonrisa para l@s demás
Hacer el Camino ha supuesto el sentirse parte y estar en sintonía con la naturaleza: oír el agua del río, el canto de los pájaros, el ruido de los árboles, el roce del viento e incluso el frescor de la lluvia.. Y poder compartir el camino con personas tanto conocidas como desconocidas y a su paso desearse un “Buen Camino”.
Agradecer a la Comisión la buena organización y el cariño con que han cuidado de cada detalle, de recogernos cuando estábamos cansad@s, de proporcionarnos fruta y agua durante el camino…
Este Camino ha sido especial por lo que ha significado, por el cariño y predisposición de toda la gente, en definitiva por habernos sentido parte de esta gran Familia Oblata.

Carmen, Magdalena D., Antònia, Marga, Magdalena A.