En el encuentro de Agentes de pastoral de noviembre en Ciempozuelos la comisión de laicado propuso la idea de realizar el Camino de Santiago en Semana Santa como familia oblata.
Nosotras como grupo FOCO (Formación y Cooperación Oblata) queríamos participar de esta experiencia nueva. Cada una desde su lugar de origen empezamos a preparar la mochila con ilusiones, miedos, fuerzas, debilidades…
El día 27 de marzo nos encontramos laicos y oblatas de la región de Europa en la Plaza del Obradoiro para comenzar el camino. Los nervios iniciales se disiparon con canciones que nos trasladaron a nuestra infancia “una sardina…”
Para nosotras el camino ha supuesto, además de un esfuerzo físico, la oportunidad de sentirnos parte de la familia. Ha sido una riqueza que hayamos participado personas de diferentes generaciones y países. Los más pequeños nos contagiaron su energía y las más mayores la entereza y voluntad por caminar. Una de las cosas más bonitas del camino ha sido ver que en muchos momentos nos hemos sentido apoyadas y animadas por el otro para continuar.
Como laicas oblatas hemos compartido la semana santa de una manera especial. La oración de la mañana nos permitía tomar conciencia del momento que estábamos viviendo y los símbolos nos ayudaron a reflexionar durante el camino. Las celebraciones eran momentos de comunión con la familia oblata en las que nos sentimos más cerca de Jesús y de los Fundadores.
Agradecemos el esfuerzo y el trabajo de la comisión y de todos los que nos han acompañado desde nuestras comunidades de origen y nuestros compañeros de camino.
El camino empieza ahora. Buen Camino…
Alba, Magdalena y Paula, miembros del grupo FOCO.