El pasado fin de semana celebramos en Madrid el encuentro de evaluación de los campos de trabajo de verano. Aunque no pudimos asistir todos, hubo un representante de cada campo de trabajo: Murcia, las Palmas, Madrid y Sevilla, además de Nieves, Carmen y Magdalena (organizadoras). Tuvimos la oportunidad de contar y compartir nuestras experiencias en las diferentes ciudades, reviviendo de alguna manera, lo que supuso para cada una de nosotras. Todas coincidimos en agradecer de corazón a las comunidades de Hermanas Oblatas tanto la acogida que nos ofrecieron, como el habernos dado la posibilidad de conocer y acercarnos a una realidad tan diferente a la nuestra, desde la alegría y la sencillez que caracterizan a esta congregación. Fue curioso, que sin haber vivido lo mismo, todas nos entendíamos perfectamente y coincidíamos en muchas impresiones.
En la tarde del sábado, tuvimos taller de formación sobre la trata de personas y en uno de los descansos, aprovechamos para acercarnos a conocer alguno de los proyectos que las Hermanas tienen en Madrid: primero, nos invitaron a un café en el proyecto “Tu casa” y después, tuvimos el privilegio de compartir un rato de nuestro tiempo con las “Marías” (donde por cierto, nos invitaron a otro café; una pequeña muestra de la hospitalidad oblata). El Padre Rafael celebró la Eucaristía con nosotras y disfrutamos de una homilía compartida, en la que predominó el agradecimiento a Dios por todo lo vivido.
La comida del domingo puso fin a un fantástico fin de semana, que nos sirvió para hacer un “parón” en la rutina del curso y recordar todo lo que aprendimos y vivimos durante la mejor experiencia del verano. Fue el colofón perfecto del campo de trabajo.
PD: me gustaría terminar agradeciendo a Nieves, Carmen, Magdalena y Patricia (equipo organizador de los campos de trabajo) la ilusión que han puesto en la organización, la alegría y la paciencia. Gracias, en mi nombre y en el de todos mis compañeros. Sin vosotras, esto no habría sido posible.