Experiencia intercongregacional en Frontera Sur, Nador (Marruecos)

La Hermana Encarna Gorostiza nos relata la experiencia itercongregacional realizada del 13 al 28 de julio en Nador, Marruecos.

A través de CONFER, se nos invita a participar en Campo de Trabajo con realidades de periferia y frontera.
Esta propuesta la dialogamos en comunidad, valorando la posibilidad de que pueda ir yo. Es una oportunidad para la comunidad, en sentido amplio. Y al regreso de la experiencia poder compartir, expresar y descargar la mochila con lo vivido y los interrogantes que han ido surgiendo.
Previo al CT, el coordinador (hermano de la Salle) nos convoca el día 15 de junio en Madrid a todas las personas que vamos a participar de esta experiencia, tanto en Melilla como en Nador. Esta reunión nos ayuda a diseña, contando con la experiencia de años anteriores, cómo se va a desarrollar este encuentro intercongregacional. Partiendo de nuestras inquietudes, sueños, deseos. Este año, también viviremos la experiencia en Nador. Hay posibilidad de hacerlo 6 personas. Nos damos unos días para poder discernirlo personalmente, la consigna es que sea una persona por congregación… Este encuentro, previo, fue muy interesante podernos poner cara, las 16 personas que participaremos de esta experiencia.
Nos encontramos, del 13 al 28 de julio, para dar inicio a nuestra experiencia intercongregacional: Siervas de San José, Hermanos Maristas, Misioneras Mercedarias de Berriz, Hijas de Cristo Rey, Calasancias Hijas de la Divina Pastora y Oblatas del Stmo Redentor, un total de seis personas. El cruce de fronteras (española y marroquí) en sí ya es una aventura. Con los cinco sentidos bien despiertos y abierto el corazón para vivir, experimentar y dejarme tocar por la realidad …
En nuestro primer día. Compartimos la eucaristía dominical en la iglesia de Santiago el Mayor. Espacio para conocernos, fortalecer la fe, la vida…, las cuatro congregaciones presentes en la ciudad de Nador: Jesuitas, Hijas de la Caridad, Esclavas de la Inmaculada Niña y Francisanas Misioneras de María. Cada día esta será una de las fuentes dónde fortalecer, alimentar nuestra fe.
Pisando tierra, organizamos, programamos cómo puedo vivir esta experiencia y como va a ser mi aportación a esta realidad de frontera sur. Para ello nos acompañan a poner luz Álvaro y Alberto sj. Para un primer acercamiento constatamos que necesitamos: escuchar, observar la realidad, pasear las calles, acercarse a la mezquita, ver dónde estoy, sentir, orar… reajustar mis expectativas.
Las diferentes congregaciones nos ofrecen el testimonio de lo que han vivido y hoy viven aquí. también tenemos la suerte de poderlo experimentar durante estos días, colaborando
en el día a día con actividades, apoyo en salidas y en lo que se nos necesite. Lo hacemos en:
La Dar Hería o casa de acogida: atención a personas dependientes y sin recursos, de ambos sexos, con alguna enfermedad mental, en situación de abandono (procedentes de hospitales, de la calle, casa cuna) dónde colaboran las Hijas de la Caridad. La colaboración con esta realidad, me ha supuesto momento de palpar la vulnerabilidad de las personas más indefensas, también una oportunidad de disfrutar de su inocencia y la alegría, con la viven los detalles más sencillo e insignificante: sonrisas, miradas cómplices…
Delegación Diocesana de Migraciones: A través de la organización podemos aproximarnos a la realidad de migración: viven en clandestinidad, sufren el racismo, persecución, violencia… los inmigrantes son víctimas de la migración.
El ver, escuchar, palpar, pisar… los lugares por los que transitan las mujeres, niñ@s y por todo lo que ahí sucede y ellas y sus familias sufren… Siento que la tierra que estoy pisando sigue siendo sagrada… ¡Los Derechos Humanos es una deuda y lucha a seguir reivindicando!.
Experiencia intercultural, interreligiosa, internacional, intercongregacional… en frontera sur, me ha ayudo a salir de mí zona de confort y vivir momentos ricos e interpelantes. Vivir y celebrar la fe en comunidad. Tener una actitud de apertura, diálogo, confianza, escucha… Potenciar el trabajo en equipo. Disponibilidad para lo que cada día vaya surgiendo. Compartir vida. El hecho intercongragcional, ha permitido que los carismas propios se vean enriquecidos por otros carismas diferentes y que a la vez nos complementan.
Agradecer a mi comunidad- familia Oblata, a la presencia viva de Iglesia de Nador y a cada una de las personas con las que he compartido esta experiencia-vida y que no me ha dejado indiferente. GRACIAS.
Encarna Gorostiza P.