Desplegarse en una vida de Amor y entrega hacia las mujeres víctimas de la injusticia e insolidaridad, abrazar la ternura, asumir la propia cruz y luchar para ser mujeres de Resurrección son algunas de las expresiones y objetivos que definen a la Congregación de las Hermanas Oblatas; su carisma particular, su modo de Ser y Hacer Iglesia.
El pasado domingo 16 celebramos -el grupo de laicado- con las hermanas de la comunidad de Mallorca su/nuestra gran fiesta del Santísimo Redentor. Día importante y significativo porque además de ser un encuentro fraterno para compartir lo que más queremos, la FE, dábamos inicio al curso de profundización y crecimiento personal de nuestro compromiso compartido del Carisma Oblata. Desde nuestra condición de laicas y a través de nuestras vidas y profesiones queremos también renovar nuestras capacidades de ternura, trabajar por “adelgazar el ego” asumiendo nuestras debilidades, nuestra cruz y con una gran confianza en Nuestro Señor, convertirnos en “Mujeres de Resurrección”.
Las 14 amigas que pudimos reunirnos compartimos una hermosa Eucaristía, rezamos juntas, leímos y diseccionamos la carta de Lourdes, Superiora General, y por último cenamos maravillosamente para seguir con la Fiesta del día.
Maruca (laica)