En Sevilla, el grupo de Laicado nos hemos encontrado nuevamente para orar y reflexionar. En un primer lugar, tomando como referencia la parábola del Buen Samaritano, compartimos lo que para cada uno de nosotras/os ha significado el año de la Misericordia, así como las resonancias que deja en nuestras vidas.
Reflexionamos sobre los signos que de forma sencilla hacen presente la Misericordia (abrazos, miradas, acompañamiento, pequeños gestos humanos…) y agradecimos aquellas ocasiones en las que hemos experimentado que se nos ha regalado la Misericordia.
En un segundo momento del encuentro retomamos del documento de Formación de Laicado la vocación, el carisma, la espiritualidad, la misión, la identidad y la comunidad, temas que iremos abordando a lo largo del curso y que forman parte de la columna vertebral de nuestro cuerpo de familia Oblata.
