José Mª Benito Serra después de escuchar y acoger el dolor de las mujeres en el Hospital de San Juan de Dios, con claridad y decisión dice a Antonia: “Pida usted luz, para ver que la resistencia que expresa, está inspirada por el demonio, que quiere hacerle ver que no está ahí la voluntad de Dios”.
“Sí señora, Dios la quiere a usted fundadora. Deje a un lado todos esos temores que la detienen. Misionera la quiere Dios y maestra de misioneras…”
Como último recurso le mandó que fuera a la Virgen del Buen Consejo de la iglesia de San Isidro, y que le pidiera conocer la voluntad de Dios. Para obedecer, se puso en camino, pero a los pocos pasos retrocedió, temiendo que en efecto, le inspirara que tenía que aceptar lo que su director le proponía.
Pero oyó dentro de su alma una voz que le decía “la que no quiere oír el consejo de una madre, no es buena hija”. La voz la oyó tan clara que se volvió a ver quien la decía, pero no vio a nadie cerca de sí.
No se atrevió ya Antonia a volverse atrás y fue a ponerse a las plantas de la imagen milagrosa, la célebre Consejera de santos. Cuando se levantó ya estaba vencida la resistencia.
La Virgen del Buen Consejo la convenció de que aquella era la voluntad de Dios sobre ella.
Esto aconteció en el mes de abril de 1864.
(Tomado de la vida de M. Antonia)
Al compás primaveral del tiempo pascual, celebramos la fiesta de Ntra. Sra. del Buen Consejo. Fiesta vinculada a la figura de Antonia en sus notas del mismo acorde, que armonizan para nosotras el ejemplo de respuesta: “Hágase en mí según tu Palabra”.
En la Colegiata de san Isidro nos hemos reunido un nutrido grupo de OBLATAS para dar gracias a Dios, recordando esta llamada y celebrando como hermanas la vida de la Congregación y de la Provincia Europa, que tiene por titular a Ntra. Sra. del Buen Consejo. Esto acontecía a las doce del mediodía y posteriormente, nos desplazamos a Ciempozuelos para comer juntas un buen churrasco al compas de la buena acogida, que siempre brinda la comunidad de Ciempozuelos.