“Rema mar adentro” (Lc 5, 4)

Esta fue la frase escogida para mi primera renovación, este pasado 17 de septiembre. Es una invitación con la que se resume este año vivido en la comunidad de Barcelona junto al grupo de laicado, profesionales, amigos y demás personas que han acompañado el camino.
El sentimiento que resuena con más fuerza tras la vivencia de este año y de esta celebración es el de agradecimiento: Un gracias bien grande por tanto don recibido; pero, junto a él, sigue estando la confianza en Aquel que va guiando nuestra barca. La invitación a seguir remando a pesar de las dificultades que puedan aparecer porque sabemos que el camino no lo hacemos solas. Desde los inicios con Antonia y Serra, se nos ha regalado un camino en el que la realidad de las mujeres nos interpela y en el que, a pesar de los sinsabores, nos sabemos orientadas por Jesús Redentor que nos va implicando en abrir senderos de esperanza y de alegría.

Carina.