El pasado 31 de mayo la familia Oblata de Las Palmas junto con las comunidades de hermanas de Aguadulce y Palafox, celebramos la renovación de los votos de Madó.
Las Oblatas somos personas especialmente sensibles al dolor de las mujeres que viven situaciones de prostitución y/o trata para la explotación sexual. Nos sentimos llamadas, convocadas y enviadas a compartir la Buena Noticia del Evangelio, de la posibilidad de cambio. Vivimos la certeza de que el sufrimiento, el conflicto y la injusticia, que palpamos en el vivir cotidiano, no tienen la última palabra. La misericordia, la solidaridad, la alegría y la gratuidad, son rasgos de nuestro ser Oblata que nos capacitan para hacer, con las mujeres, un camino en igualdad.
En la mesa teníamos el mantel que presidió la celebración del día 30, con motivo de los 150 años, y que habían elaborado las mujeres. Entre sus manos colocamos la vida de Madó. En la celebración dimos gracias por la vida de Mado, por su generosidad y disponibilidad para darse a las mujeres. Tras la celebración compartimos un enyesque (piscolabis) todos los presentes
Renovación de votos de Mado