EXPERIENCIA SEMANA SOLIDARIA Febrero 2014, realizada por Covadonga Espinosa
Acogida, impacto, valor, ternura, ilusión, alegría, valentía, empatía, amor, coraje, justicia, respeto, escucha. Muchos de los sentimientos y valores que hemos experimentado con las Oblatas.
Día 1
Hoy hemos conocido a las Hermanas Oblatas con las que compartiremos una gran semana, ellas son: María Luisa, Carmen, Pili, Marisa y Carina. Hemos realizado una dinámica de presentación, conocimiento mutuo y explicación sobre la organización de la semana. Al irnos a dormir no hemos parado de expresar la ilusión que todas tenemos, las ganas de darlo todo, de conocer a las mujeres, de profundizar en nuestra fe… Pero también acompañado de miedo por lo desconocido, por lo extraño y un poco de inseguridad porque no sabes si lo vas a hacer bien…
Día 2
Yo soy el señor tu Dios. Quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: NO TEMAS, YO TE AYUDO
Hoy, por la mañana, hemos realizado la oración en comunidad, una oración profunda y, que más tarde, nos ayudaría a afrontar el día teniendo a Dios presente en nosotras. Después hemos ido al Centro Al alba y hemos conocido a Espe, María del Mar, Reme y Pablo. Nos hemos puesto a organizar una serie de juegos para la tarde siguiente, en la cual participaremos en la escuela de madres con hijos en el parque de Los Perdigones. Todas hemos colaborado y cada vez aumentaban nuestras ganas de conocer a las mujeres, de ver a sus hijos, de estar con ellas…
Por fin llegó la tarde, después de realizar la oración de mediodía nos dirigimos de nuevo al Centro y allí conocimos a Javier, el profesor de español. Todas nos pusimos con una mujer distinta y nada más sentarnos se nos notó nuestra cara de felicidad, de satisfacción porque ya estábamos con ellas. Yo conocí más de cerca a una mujer nigeriana, una mujer maravillosa, única, fascinante y lo más importante, ¡Feliz! ¡Alegre!. Al principio no le presté atención y esa es otra cosa que he aprendido con esta experiencia, que hay que asentar primero todo lo vivido para poder sacarle todo su jugo. En esa misma tarde también les enseñamos un baile para que lo hagan el próximo miércoles con motivo del Día Internacional de la Mujer y se lo han aprendido muy bien.
Por la noche realizamos nuestra oración y seguimos con una dinámica que nos han propuesto las Oblatas para esta semana y que consiste en introducir en nuestros propios cofres aquellas piedras preciosas, que simbolizan todo lo que recibimos de bueno cada día (valores, gestos, situaciones, palabras….) y en introducir en un cofre común otras piedras preciosas que simbolizan todo lo bueno que cada una aportamos cada día. Esto nos ha ayudado a recapacitar, a pensar y a darnos cuenta de que siempre recibimos más de lo que damos.
Día 3
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Hoy he aprendido a hablar en el silencio. Esto es muy importante para llevarlo en nuestro día a día. Gracias a las dinámicas he aprendido como Dios se manifiesta en las personas, como el papel de Jesús es clave para las Oblatas, porque ellas siguen su modelo, como el papel de Jesús es muy importante para las mujeres. Sin Jesús, las Oblatas no podrían haberlas ayudado a vivir.
Me he dado cuenta de lo valientes que son estas mujeres, de como muchas de ellas han tenido que dejar a sus hijos en sus países para encontrar trabajo aquí. También me han maravillado como un ejemplo de superación, de como muchas de ellas lo han pasado muy mal y aun así no han tirado la toalla ¡Eso es superación y lo demás tonterías!
Esta experiencia está siendo maravillosa, pero a la vez me estoy dando cuenta de una realidad muy dura y muy fuerte y esto me lleva a indignarme y me incita a querer luchar más por estas mujeres, a querer luchar contra la gran injusticia del mundo frente a la mujer.
Día 4
El amor es dar la vida por los demás
Hoy por la mañana en el Centro Al alba, hemos participado del Curso de Atención Sociosanitaria y Verónica, Fátima, Isa y Ara se han tenido que hacer pasar por muertas para que las mujeres aprendiesen a amortajar. También han practicado como se ducha a una persona que está inmóvil y ahí sí me han cogido a mí para practicar.
La oración me ha hecho darme cuenta una vez más de que Dios está en las personas y de todos los detalles en los que Dios se manifiesta y a nosotros se nos pueden pasar por alto.
Por la tarde recibimos una charla sobre los valores de la Congregación de Hermanas Oblatas impartido por una hermana llamada Inmaculada Ruiz, que vive actualmente en Madrid. Para nosotras ha sido muy importante conocer la historia y los valores de esta Congregación.
Día 5
¡Señor, dame fuerzas!
Hoy ha sido un día clave en esta experiencia. Parecía otro día normal y de hecho así ha comenzado. Por la mañana hemos estado Fátima, Ara y yo con los niños e Isa ha estado con las mujeres haciendo pulseras en un taller de artesanía, las cuales han quedado muy chulas. Al mediodía hemos vuelto a hacer nuestra oración a la que ya siempre se nos unen Marisa y Carmen. Nos encanta compartir con ellas y que ellas también compartan con nosotras.
Por la tarde, para sorpresa nuestra, una mujer nigeriana, se ha acercado y nos ha hecho trencitas a cada una, mientras que nos las hacían las demás participábamos en el curso de catering impartido en el Centro para las mujeres.
Más tarde fuimos a hacer la oración como todos los días y nos dimos cuenta de que ocurría algo raro porque Salva, un voluntario de los equipos de Calle, estaba en la casa, minutos más tarde nos dan la noticia, una gran noticia que hará que muchas demos un gran paso y nos demos cuentas de otra realidad todavía más distinta, todavía más radical: Vamos a hacer el circuito de noche, vamos a acompañar, a dar fuerzas, a escuchar, y a acoger a las mujeres que ejercen la prostitución en la calle.
Conocí a una mujer nigeriana, se puede decir que ella me alucinó. No sé si porque era la primera, no sé si por su ternura, no sé si por su carita, no sé por qué, pero fue una llama que se encendió dentro de mí. A partir de ese momento me di cuenta de que no quería consentir aquello, que no quería que esa mujer estuviese allí y me frustré. No podía hacer nada. Fue muy doloroso y me di cuenta de que en aquellos minutos tenía que dar amor, tenía que dar alegría, tenía que dar todo de mí para que ella, por lo menos, se sintiese unos minutos acompañada.
Al final de la noche nos dimos cuenta de la cantidad de mujeres que hay, de la variedad de vida que lleva cada una, de la variedad de situaciones que hay…
Marisa nos estuvo explicando muchas cosas y así aprendimos más acerca estas diferentes y duras realidades.
Día 6
Oblación= Entrega puesta en el altar. Oblata= Entrega de todo nuestro ser y de la vida misma.
Hoy es el día de Andalucía y por ello desayunamos churros con chocolate.
Después, en la oración, cada Oblata ha compartido con nosotras su historia vocacional, nos han dado su testimonio y ha sido impresionante. Es alucinante como Dios toca la vida de las personas, como se manifiesta en su momento concreto y oportuno y de manera tan diferente y maravillosa. Después nos hemos dirigido al Parque El Alamillo para disfrutar del día con la comunidad.
En el parque hemos comido y hemos descansado un poco, porque estábamos realmente cansadas de toda la semana. Después he hablado de mi experiencia con Verónica. Esa charla me ha hecho crecer, darme cuenta de muchas cosas, de cómo todos tenemos que dar gracias a Dios por el lugar donde vivimos, por las condiciones en las que vivimos, por los recursos que tenemos, por las oportunidades que tenemos y de como Dios se manifiesta en la entrega.
A la vuelta hemos visto la película “14 kilómetros”. Perfecta.
Día 7
Hoy hacemos nuestra última oración, como siempre ha sido muy especial. Hemos compartido nuestros momentos de felicidad y de alegría en nuestra vida.
En este último desayuno ya todas nos sabíamos la canción de bendición de la mesa, que nos ha acompañado en estos días: “Bendícenos Señor, bendice nuestro pan, los alimentos que vamos a tomar, bendice a quien sembró y a quien los cosechó y a quien con tanto amor los preparó”
Esta es mi experiencia, contada día a día y totalmente personal. Supongo que cada una de mis compañeras habrá sentido algo totalmente distinto y eso me alegra, porque Dios nos creó a cada una diferente.
Agradezco a mi colegio del Claret y a las Hermanas Oblatas, la oportunidad de ofrecernos esta magnífica semana. Espero que esto no sólo se quede en una semana sino que cada una, poco a poco, la vaya asentando y vaya descubriendo el proyecto que Dios tiene para cada una de nosotras y para ello lo más importante es… ¡Escuchar!