En una reciente entrevista, la Hna. Justa del Sol, Oblata y teóloga, ofreció una profunda reflexión sobre el papel de la mujer en la Iglesia. La entrevista, realizada en el programa de Cadena Cope Segovia El Espejo de la Iglesia, abordó temas como el liderazgo femenino, la presencia de las mujeres en la vida religiosa y su contribución al crecimiento espiritual del pueblo de Dios.
La Hna. Justa destacó el reciente nombramiento de la hermana Simona Brambilla como prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, lo que representa un hito histórico al ser la primera mujer en presidir un dicasterio vaticano.
Según la Hna. Justa, este nombramiento es un «regalo de Reyes» que marca un paso positivo en la reforma de la Iglesia, destacando la importancia de la sinodalidad y el liderazgo compartido entre mujeres y hombres dentro de la curia romana.
Durante la entrevista, Justa subrayó la figura de María de Nazaret como el modelo más elevado de espiritualidad femenina en la Iglesia, recordando cómo Jesús confió a las mujeres un rol clave como sus discípulas. También mencionó a mujeres como Lidia y Febe, que en los primeros tiempos del cristianismo desempeñaron roles fundamentales en la expansión de la fe y en la organización de las primeras comunidades cristianas.
En su intervención, la Hna. Justa reflexionó sobre el camino que deben seguir las mujeres en la Iglesia, haciendo hincapié en la importancia de recuperar lo «femenino» en todos los aspectos de la vida eclesial, desde la liturgia hasta la participación en las decisiones importantes.
Además, subrayó que el desafío actual para las mujeres es ser «buena compañía» en el camino de la fe, ofreciendo cuidado, escucha y apoyo mutuo en la comunidad cristiana.
Al finalizar la entrevista, la Hna. Justa también compartió su visión sobre el impacto de las mujeres en el reciente Sínodo, donde su participación ha dejado una marca imborrable. Resaltó que el Sínodo ha demostrado la capacidad de las mujeres para contribuir a la toma de decisiones dentro de la Iglesia y la importancia de acostumbrarse a ver más mujeres en roles de liderazgo y en espacios de decisión eclesial.
Este diálogo sobre el papel de la mujer en la Iglesia no solo celebra los logros alcanzados, sino que también plantea importantes desafíos para el futuro, destacando la necesidad de una integración más equitativa y activa de las mujeres en todos los niveles de la vida eclesial.
