Una mirada a aquel SÍ del año 1969, hace a aflorar en cada una de nosotras, la frescura, la generosidad, y la decisión incondicional de seguir las huellas de Jesús Redentor, desde el Carisma de la Congregación oblatas del Smo. Redentor.
Hay mucha vida en el recorrido de todos estos años, marcados por rumbos y experiencias muy distintas y al mismo tiempo tejidos con hilos muy semejantes: la ternura de este Dios que tiene debilidad por acompañarnos en las situaciones en que nos hemos sentido más débiles, el apoyo de la familia oblata y la riqueza de caminos compartidos con las mujeres, han sido algunas de esas constantes para seguir en fidelidad y gozo el don de la entrega.
Como grupo hemos tenido la oportunidad de hacer los ejercicios en Pedreña, Santander, y como grupo, valoramos una vez más el hacer memoria de lo vivido a través de los 50 años de vida Consagrada. Nos nace decir: gracias, porque toda nuestra historia, es historia de salvación.
Emprendemos el viaje hacia Venecia y Roma, regalo de la Provincia. Venecia, bella por sus canales, la majestuosa plaza de san Macos y calles llenas de historia, nos invitaron a gozar de un ir y venir por lugares que no habíamos pisado. Algo de nosotras, casi estamos seguras se quedó grabado en esta ciudad: “la alegría y el alboroto de cómo gozábamos de todo”.
Llegamos a Roma y fuimos acogidas con el cariño de nuestra Hermanas de la comunidad de Villa Fátima. Una sabrosa merienda y sin perder tiempo salimos para hacer el recorrido que con ilusión nos habían elaborado Isabel Fernández y Angelines García.
Caminar por Roma, es pisar, ver y admirar arte. Pero llegar a los lugares por donde los Fundadores transitaron, la mirada y admiración es distinta. Experimentamos que ellos siguen motivando nuestras vidas.
Tuvimos la sorpresa en la plaza de San Pedro, después del el Ángelus, el Papa, mencionó al grupo de “le Suore Oblate del Santissimo Redentore”. Saltamos como resortes y las voces de las 8 Oblatas presentes, resonaron con fuerza y agradecimiento.
Por la tarde, en la Parroquia del Perpetuo Socorro, de los Padres Redentoristas, celebramos la Eucaristía presidida por Alberto Eseverri, Pedro López y Manuel Rodríguez. Renovamos nuestro seguimiento a Jesús y la entrega en la parcela de la misión que como cuerpo congregacional tenemos en la Iglesia.
Con esta rica experiencia de familia Redentorista, y la cena compartida, concluimos la estancia en Roma.
A nuestras queridas Hermanas de la comunidad de Villa Fátima, el agradecimiento sincero por su cariño y atenciones.
Al equipo Provincial, queremos decirles que ha sido un acierto este regalo, ya que nos hemos encontrado, después de 50 años y los lazos de hermanas se fortalecen también con la cercanía y convivencia. Gracias por tanto detalle.
Esta nueva etapa que comenzamos, la seguimos poniendo en manos del Señor, para que haga su obra según el sueño que tiene sobre cada una de nosotras.
Hermanas que cumplimos las Bodas de Oro 18-09-2019